Vivienda unifamiliar articulada alrededor de un patio que organiza la distribución y separa la zona de los hijos de la de los padres. El edificio se cierra a los laterales con vecinos demasiado cercanos y se abre donde el jardín y las vistas alcanzan la máxima amplitud.
La casa tiene la voluntad de organizarse en una sola planta pero unas vistas excepcionales sugieren un estudio en la primera planta en un gesto expresivo que caracteriza la imagen del proyecto.
El interior y el exterior se tratan en solución de continuidad con sólo dos materiales: el color blanco y la madera.